Los polos norte y sur del Sol.

Una nueva nave espacial se dirige al Sol para capturar las primeras fotos de los polos norte y sur del Sol. [VIDEO]

El Solar Orbiter (Orbitador Solar), una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, despegó desde Cabo Cañaveral el 9 de febrero de 2020.

“Hasta la llegada del Solar Orbiter, todos los instrumentos de imaginería solar han estado situados dentro del plano eclíptico o muy cerca de él”, explicó Russell Howard, científico espacial del Laboratorio de Investigación Naval de Washington, D.C. e investigador principal de uno de los diez instrumentos a bordo del Solar Orbiter. “Ahora, podremos ver el Sol desde arriba”.

“Será terreno desconocido”, afirmó Daniel Müller, científico de proyecto de la ESA para la misión en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial en los Países Bajos. “Es verdadera ciencia exploratoria”.

Una nueva misión proporcionará la primera vista de los polos del Sol | Ciencia de la NASA

El Sol tiene un rol central en la configuración del espacio que nos rodea. Su campo magnético masivo se extiende mucho más allá de Plutón, proyectando una supervía para las partículas solares cargadas conocidas como viento solar. Cuando las ráfagas de viento solar golpean la Tierra, pueden provocar tormentas meteorológicas espaciales capaces de interferir con nuestros GPS y satélites de comunicaciones, e incluso en el peor escenario pueden ser una amenaza para los astronautas.

A fin de prepararnos para las tormentas solares que llegan, los científicos monitorean el campo magnético del Sol. Pero sus técnicas funcionan mejor con una vista directa; cuanto más pronunciado es el ángulo de visión, más ruidosos son los datos. La visión lateral de los polos del Sol que obtenemos desde el interior del plano eclíptico deja grandes huecos en los datos.

“Los polos son particularmente importantes para permitirnos crear modelos con mayor precisión”, explicó Holly Gilbert, científica de proyectos de la NASA para la misión en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. “El pronóstico de eventos meteorológicos espaciales, requiere un modelo bastante preciso del campo magnético global del Sol”.

Los polos del Sol también podrían explicar algunas observaciones centenarias.

En 1843, el astrónomo alemán Samuel Heinrich Schwabe descubrió que el número de manchas solares, o manchas oscuras en la superficie del Sol que señalan la presencia de campos magnéticos fuertes, crece y disminuye en un patrón repetitivo. Hoy en día conocemos ese fenómenos como el ciclo solar de aproximadamente 11 años en el que el Sol hace transiciones entre el máximo solar, cuando las manchas solares proliferan y el Sol es activo y turbulento, y el mínimo solar, cuando son menos y es más tranquilo. “Sin embargo, no entendemos por qué es un ciclo de 11 años, o por qué algunos máximos solares son más fuertes que otros”, expresó Gilbert. Observar los campos magnéticos cambiantes en los polos podría ofrecer una respuesta.

La única nave que sobrevoló anteriormente los polos del Sol fue también un proyecto conjunto de la ESA y la NASA. Lanzada en 1990, la nave espacial Ulises completó tres pases alrededor de nuestra estrella antes de ser desmantelada en 2009. Pero Ulises nunca se acercó más que a la distancia de la Tierra al Sol, y sólo llevó lo que se conoce como instrumentos in situ que, al igual que el sentido del tacto, miden el entorno espacial inmediato a la nave. El Solar Orbiter, por su parte, pasará dentro de la órbita de Mercurio llevando cuatro instrumentos in situ y seis sensores remotos de imagen, que verán el Sol desde lejos. “Seremos capaces de trazar un mapa de lo que ‘tocamos’ con los instrumentos in situ y lo que veremos mediante la teledetección”, dijo Teresa Nieves-Chinchilla, científica adjunta del proyecto de la NASA para la misión. Después de años de desarrollo tecnológico, será lo más cerca que cualquier cámara orientada al Sol estará de él. “No puedes acercarte mucho más de lo que llegará el Solar Orbiter y mirar al Sol”, afirmó Müller.


Escrito por Miles Hatfield, Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Greenbelt, Maryland.

Biocombustibles y sostenibilidad

sostenibilidad ambiental biocombustibles - Búsqueda de Google

Biofuels and Sustainability. Takeuchi, Kazuhiko (et al). Springer, 2018. 265 p. (Science for Sustainable Societies). DOI: 10.1007/978-4-431-54895-9.
DESCARGAR PDF


Este libro de acceso abierto presenta un análisis exhaustivo de las estrategias de uso de biocombustibles desde una perspectiva interdisciplinaria utilizando la ciencia de la sostenibilidad.

Esta perspectiva interdisciplinaria (ciencia social-ciencia natural) significa que las estrategias y opciones de política propuestas tendrán importantes repercusiones tanto en la economía como en la sociedad. Se espera que los biocombustibles contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, a revitalizar las economías de las comunidades agrícolas y a aliviar la pobreza.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios previstos, organizaciones internacionales como la FAO, la OCDE y las Naciones Unidas han publicado informes en los que expresan su preocupación por el hecho de que la promoción de los biocombustibles pueda dar lugar a la deforestación, la contaminación y la escasez de agua. Las repercusiones de la utilización de biocombustibles son amplias, intersectoriales y complejas, por lo que se requieren análisis exhaustivos para evaluar en qué medida los biocombustibles pueden contribuir a sociedades sostenibles.

Aplicando conceptos y metodologías interdisciplinarios de la ciencia de la sostenibilidad, el libro ayuda a mejorar el establecimiento de una sociedad sostenible, así como la elaboración de respuestas apropiadas a una necesidad mundial de adoptar medidas urgentes sobre cuestiones actuales relacionadas con los biocombustibles.

50 años de STVDIA GEOLOGICA

El rector Lucena quiso en 1969 dar impulso a la más antigua editorial universitaria del Mundo, la de su Universidad de Salamanca
Felipe Lucena Conde (1923-1976), Rector de la Universidad de Salamanca (1968-1972) 

En el año 1969 el entonces Magnífico y Excelentísimo Sr. Rector, D. Felipe Lucena Conde, anteriormente Decano de la Facultad de Ciencias, quiso dar impulso a la más antigua editorial universitaria de España, la de la Universidad de Salamanca, con la creación de una nueva revista de Ciencias.

Ese mismo impulso había hecho que, durante su decanato (1963-1968), su Facultad, que sólo disponía de la Sección de Químicas, con Cátedras de Biología (Fernando Galán), Geología (Julio Rodríguez Martínez y luego (1965) Antonio Arribas Moreno), Física (José Garmendia Iraundegui) y Matemáticas (Norberto Cuesta Dutari), diese a luz nuevas Secciones para las cuatro.

El plan de Felipe Lucena era hacer una nueva revista que englobase las cinco ramas de Ciencias, cuyo nombre sería ACTA SALMANTICENSIA CIENCIAS. En aquel momento en ese ámbito sólo se publicaba STVDIA CHEMICA desde 1965. La Universidad de Salamanca, por medio de su Editorial, tenía, además, las siguientes revistas:

  • TRABAJOS Y DÍAS (1946)
  • CUADERNOS DE LA CÁTEDRA MIGUEL DE UNAMUNO (1948)
  • ZEPHIRUS (1950)
  • MINOS (1951)
  • BOLETÍN INFORMATIVO DEL SEMINARIO DE DERECHO POLÍTICO (1954)
  • CUADERNOS DE HISTORIA DE LA MEDICINA (1962)
  • ANALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA (1965)
El rector Lucena quiso en 1969 dar impulso a la más antigua editorial universitaria del Mundo, la de su Universidad de Salamanca
STVDIA GEOLOGICA (en Gredos)

La idea de la nueva revista fue acogida favorablemente y se escribieron, en consecuencia, diversos artículos que completarían un primer volumen. Sin embargo, algunos problemas dentro de la Sección de Químicas impedían o retrasaban la salida del primer volumen, por lo que Felipe Lucena acordó con Antonio Arribas que se desgajasen los artículos geológicos –con las galeradas corregidas, e incluso con las separatas ya impresas– para hacer una revista diferente de la prevista en principio.

El nombre de la nueva revista, STVDIA GEOLOGICA, se impuso por el precedente de STVDIA CHEMICA, y se dijo de hacer posteriormente otras para las demás Secciones, pero sólo se consiguió con STVDIA BOTANICA (1982).

El nombre (con la «S» líquida y la tradicional «V» salmantina) tuvo desde el principio sus detractores e inconvenientes. En España existía –y existe– una revista del C.S.I.C. con denominación parecida: ESTUDIOS GEOLÓGICOS, lo que podría ocasionar confusión para la localización bibliográfica. Pero estábamos forzados a mantener el nombre por seguir la tradición. Había también otro precedente, Studia Geologica Polonica. Finalmente, en 1979, las normas impuestas por el Instituto del Libro Español dictaminaron que el título de la revista, desde el volumen XVI (1980) quedase como STVDIA GEOLOGICA SALMANTICENSIA.

Y así surgió en 1970, el primer volumen, bajo la dirección de Luis Carlos García de Figuerola. Para aquel volumen I se escribieron seis artículos, cuyos autores fueron Antonio ArribasEnrique MartínezLuis Guillermo CorretgéJulio SaavedraEmiliano Jiménez y María Teresa Martín Patino. Por solidaridad con los compañeros que habían secundado la idea del rector, pero se encontraron faltos de otros apoyos para un posible volumen de STVDIA PHYSICA, se admitió excepcionalmente un artículo de Jesús Seco y José Garmendia sobre fórmulas de cálculo de evaporación.

A partir de 1983 se juzgó conveniente la publicación de volúmenes especiales, numerados individualmente del I al IX. Cuatro de ellos se han subnombrado como STVDIA PALAEOCHELONIOLOGICA.


Fuente: La Crónica de Salamanca

Primer mapa geológico global de Titán.

TITAN SATURNO - Búsqueda de Google

Titán, el mayor satélite de Saturno, es un mundo gélido, con temperaturas que rondan los -180 ºC, y un activo ciclo hidrológico basado en el metano que ha modelado su paisaje, como el agua lo hace en la Tierra. La mayor de las lunas de Saturno se ha convertido así en una de las geológicamente más diversas del sistema solar.

Un equipo internacional del investigadores, liderados desde el Jet Propulsion Laboratory (Caltech, EE UU) y con participación del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC, Madrid), presentan en la revista Nature Astronomy el primer mapa geomorfológico global de Titán, lo que ayudará a comprender mejor su pasado.

Primer mapa geológico global de Titán
Referencia bibliográfica:
Lopes, R.M.C., Malaska, M.J., Schoenfeld, A.M. et al. A global geomorphologic map of Saturn’s moon Titan. Nat Astron (2019). https://doi.org/10.1038/s41550-019-0917-6. 

Aunque esta luna presenta materiales, temperaturas y campos de gravedad diferentes a los de la Tierra, muchas de sus características superficiales son similares a las de nuestro planeta y se han originado por procesos geológicos parecidos.

Sin embargo, la espesa y brumosa atmósfera de Titán ha dificultado la identificación de sus características geomorfológicas en longitudes de onda visibles. Para resolver este problema, los autores han utilizado los datos radar e infrarrojos de la nave Cassini, que efectuó 127 sobrevuelos cerca de este satélite antes de desintegrarse en Saturno en 2017.

Primer mapa geológico global de Titán

Con toda la información, los investigadores han identificado seis formas geológicas principales: llanuras, dunas, cráteres, lagos ricos en metano, terrenos con formas laberínticas y zonas estratificadas o montañosas denominadas hummocky, además de determinar su edad relativa y distribución a lo largo del satélite. “Nuestros resultados muestran que la superficie de Titán está dominada por procesos sedimentarios con una clara variación latitudinal, con dunas en el ecuador, llanuras en las latitudes medias, y terrenos laberintos y lagos en los polos”, apuntan los autores.

Los resultados confirman que el ciclo de metano ha dado forma a la superficie de Titán. Los polos son lo suficientemente húmedos y gélidos como para mantener grandes masas líquidas de metano, mientras que el clima ecuatorial árido mantiene intactas las dunas modeladas por el viento. Respecto a la posible edad de las unidades geológicas, sus relaciones espaciales y superposición han permitido a los autores analizar la evolución temporal del paisaje de Titán: “Las dunas y los lagos son relativamente jóvenes, mientras que los terrenos montañosos o hummocky son los más antiguos”, afirman en su estudio.


Fuente: SINC